• Los cuatro ámbitos en los que se manifiestan los ataques a los órganos electorales son las descalificaciones verbales públicas; las amenazas y agresiones físicas a servidores electorales; la asfixia presupuestal y los intentos de una reforma electoral.
CIUDAD DE MÉXICO, Junio 29 (XPFM).- En el marco del Foro regional para América de la Cumbre de la Democracia Electoral, el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, aseguró que la independencia y la autonomía de los órganos electorales es indispensable en cuanto garantes del ejercicio de los derechos políticos, mecanismos de control del poder y entes de combate a la corrupción.
Al participar en la sesión temática general 2 titulada El papel de los organismos electorales en la preservación del orden democrático y las amenazas a su independencia, dijo que hay tres grandes ejes sobre los que se puede impulsar la defensa de los órganos encargados de las elecciones.
“El primero es la necesidad de reinventar las capacidades de comunicación de los órganos electorales. El ecosistema comunicativo ha cambiado y hoy los órganos electorales ya no solamente tenemos que hacer elecciones con altos estándares técnicos, sino que tenemos que ser capaces de desplegar poderosas estrategias de comunicación, asertivas, oportunas y puntuales”, para contrarrestar la narrativa de descalificación de estos órganos.
En segundo lugar, refirió Córdova Vianello, “empujar la deliberación pública, más allá de los mecanismos de democracia directa y las tentaciones plebiscitarias” y, en tercero, impulsar todos los esfuerzos para promover una “ciudadanía digital en clave democrática”, en el ecosistema informativo en donde las redes sociales digitales tienen un nivel privilegiado.
Desafección de la democracia deriva de problemas estructurales no resueltos
En su intervención, el Presidente del INE sostuvo que el descontento o la desafección social de la democracia no se deriva de la dimensión electoral, sino de una serie de problemas estructurales que los gobiernos democráticamente electos han sido incapaces de resolver a partir de políticas públicas inadecuadas. Es decir, apuntó, los grandes problemas de nuestro tiempo que afectan todos los ámbitos de la convivencia social, no solamente la dimensión electoral.
“Me refiero a la pobreza, a la desigualdad oceánica, a la corrupción, la impunidad y la violencia como grandes problemas que generan una especie de caldo de cultivo a partir del cual se alimentan estas expresiones, cada vez más amplias en distintas franjas sociales, de desafección con la democracia”, precisó.
A este escenario, puntualizó Córdova, se suma un proceso de desinstitucionalización o de crisis de credibilidad de las instituciones centrales de los procesos democráticos (los partidos políticos y los parlamentos); la nueva potencialidad disruptiva de las noticias falsas, de la desinformación, de la posverdad y la penetración que tienen en el contexto de las redes sociales, así como la creciente polarización en las sociedades, agudizada por la intolerancia.
Ante la Presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de Costa Rica, Eugenia Zamora y el consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Rafael López Pintor, Córdova Vianello reiteró los cuatro ámbitos en los que se manifiestan los ataques a los órganos electorales: las descalificaciones verbales públicas; las amenazas y agresiones físicas a la integridad de servidores de órganos electorales; la asfixia presupuestal como una forma de minar la autonomía y la capacidad operativa de los organismos electorales, así como los intentos de reforma electoral.
Organismos electorales deben producir confianza
La Presidenta del TSE de Costa Rica, Eugenia Zamora, coincidió en la necesidad de saber comunicar por parte de los órganos electorales. “Una elección correctamente organizada, correctamente declarados sus resultados, pero mal comunicada, es una elección mal gestionada porque nuestros organismos, más que procesos electorales, producen confianza”.
“Si los ciudadanos y ciudadanas en forma de audiencias no entienden qué pasó o, peor aún, acaban creyendo que el resultado fue fraudulento, de poco sirve que la elección se haya organizado y contado los votos correctamente”, acentuó.
Para que los órganos electorales puedan contribuir a la preservación de la democracia, añadió Eugenia Zamora, “debemos no solamente hacernos cargo de los comicios, sino también de la percepción social, es decir, la pulcra organización de elecciones y la comunicación responsable” de los mismos.
Poder Ejecutivo es actualmente el principal adversario de órganos electorales
A continuación, Rafael López Pintor denunció que el Poder Ejecutivo es el principal adversario hoy en día de las administraciones electorales, por lo tanto, éstas “no pueden seguir ni doblegarse al mismo, tienen que contrarrestar, con los medios a su alcance, esa influencia”.
El consultor del PNUD estimó que esta resistencia empieza por temas de educación, ya que “el sector educativo es un sector tradicionalmente progresista” y cuyas asociaciones defienden intereses muy concretos, “como puede ser la comunidad local, el barrio y las grandes ciudades donde hay una posibilidad dentro de las administraciones electorales colegiadas”.
La esencia funcional de la administración electoral, concluyó, “es que gestiona la legitimidad y que debe garantizar la alternancia y que la separación de poderes siga andando”.
Este panel fue moderado y comentado por el Director Ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), José Thompson, quien destacó que, en el modelo latinoamericano de organización electoral, “la figura de los organismos electorales ha sido determinante para poder recuperar la democracia”. Sin embargo, poner en tela de duda su tarea y su autonomía, “representa una amenaza para la democracia electoral como la conocemos en esta parte del mundo”.