El piloto mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez mantuvo la inercia en su desempeño mostrado en los ensayos, las prácticas libres y la clasificación para subir por vigesimoseptima ocasión a un podio, luego de finalizar en el segundo lugar del Gran Premio de Bahréin, carrera que marcó el inicio de la temporada 2023 en la Fórmula Uno.
Partiendo en la primera fila de la parrilla de salida solo superado por su coequipero Max Verstappen, Sergio Pérez, del equipo Red Bull Racing, se repuso a una mala largada para recuperar su posición de inicio y recibir la bandera a cuadros detrás del piloto neerlandés, quien sumó su trofeo de campeón número 36 en un Gran Premio de la F1, mientras que el español Fernando Alonso regresó a un podio por primera ocasión desde la temporada 2021.
Para Red Bull, actual escudería campeona de la F1, el Gran Premio de Bahréin representó el mejor inicio de temporada en la historia del equipo, con el 1-2 tanto en la clasificación como en la carrera, para marcar un comienzo inmejorable con miras a retener el título de constructores y mejorar el desempeño de la temporada anterior, cuando tanto Verstappen como Pérez debieron abandonar la carrera.
“Me siento cómodo con el auto aunque tenemos mucho trabajo por hacer, creo que ambos pilotos estamos llevando al auto hacia la misma dirección, lo cual es bueno. Ha sido un increíble inicio de temporada para el equipo, el mejor de su historia y muy distinto respecto al año pasado”, explicó ‘Checo’ Pérez, quien al principio de la carrera mantuvo un duelo por el subliderato con el monegasco Charles Leclerc.
“Fue complicado pelear con Charles (Leclerc) durante la primera parte de la carrera, así que tuve que ser paciente y una vez que entramos a pits pudimos ajustar y encontrar un mejor rendimiento de los neumáticos, pero para entonces ya era muy difícil disputar la primera posición”, explicó el piloto tapatío.
Pero más allá del dominio de Red Bull, el espectáculo en la pista corrió a cargo del asturiano Fernando Alonso, quien en su debut con la escudería Aston Martin, pasó de arrancar en la quinta posición a subir al podio en el tercer lugar, con rebases memorables a George Russell y Lewis Hamilton, de Mercedes, así como a su compatriota Carlos Sainz, de Ferrari, para llevarse la distinción del piloto del día en el Gran Premio de Bahréin.